La primera vez que contemplé un video con “face-swap” (intercambio de rostros) fue hace, aproximadamente, cuatro o cinco años. El video se titulaba “Bill Hader impersonates Arnold Schwarzenegger” (“Bill Hader imita a Arnold Schwarzenegger”) y era un recorte de una entrevista hecha a Bill Hader durante el programa televisivo “The tonight show” dirigido por Conan O’Brien. La entrevista era real, pero había algo raro. Durante las imitaciones, la cara de Bill comenzaba a parecerse cada vez más a la de Schwarzenegger. “¿En qué momento cambió?” pensé. “Esto es impresionante”. Ahí vi que al lado del título estaba escrito “[Deepfake]”. "¿Y eso?" Bueno. Veamos...
Un "deepfake" ("deep" por aprendizaje profundo y -"fake" por falso) es un contenido audiovisual generado sintéticamente con tecnología basada en inteligencia artificial con el objetivo de crear una secuencia falsa pero realista, en las que se busca modificar la apariencia física e incluso la voz de una persona para hacerle decir o hacer algo que nunca aconteció. Una herramienta muy polémica que, en las manos equivocadas, podría generar mucho daño (ej. modificando un discurso político). Sin embargo, más allá de los malos usos, el "deepfake" es una tecnología que nos sirve para realizar proyectos muy interesantes como crear una foto profesional para nuestro currículum, producir narraciones de fondo para un video, meternos dentro de nuestra película favorita, etc. Si estamos dispuestos a enseñar este tipo de herramientas, tiene que venir acompañado de una clase de ciudadanía digital. De lo contrario, ni lo piensen.
El "face-swap" realizado con IA, por definición, encuadraría dentro de las tecnologías "deepfake".
Para el “face-swap experiment” de hoy, utilizaré una herramienta que probé hace algunos meses y de la cual nunca pude desencantarme: Akool. Es gratis, pueden loguearse con Google y pueden cargar un video de hasta 30 segundos de duración (también pueden elegir una foto en vez de un video). Una vez subido el material, foto o video, la aplicación comenzará a analizarlo e intentará detectar la mayor cantidad de rostros posibles para que luego ustedes puedan reemplazar esos rostros por otros a elección. Aquí la materia prima que yo utilicé:
Imagen de un hombre de 30 años generada por inteligencia artificial ("Leonardo AI").
Fragmento 2:50 - 3:17 (aprox) de una escena de la película "Thor: Un mundo oscuro".
Descargué la foto, descargué el video completo; lo recorté para que no durase más de 30 segundos, lo guardé y listo. Era momento de meter la materia prima en la máquina y empezar a trabajar. Un proceso que “Akool” nos hace muy simple.
¿Quieren ver el resultado?
Hasta ahora, Akool es una de las mejores aplicaciones que probé dentro de lo que es el mundo del “face-swap”. Pocas veces suele no dejarme conforme. Recuerdo que algunos meses atrás, cuando la plataforma no era tan conocida, siquiera se incluían marcas de agua en los videos hechos desde una cuenta gratuita. Un paraíso que hoy no existe. Sin embargo, celebro que con sólo un simple registro podemos probar una poderosísima herramienta. ¿Me imagino que tienen una cuenta de Google sólo para este tipo de cosas, no? Por favor, profes, no comprometan sus correos principales en estas aplicaciones. Además de comprometer sus datos, se les va a llenar la casilla de “spam” (correo basura) todos los días. Creense una cuenta de Google solo para registrarse en este tipo de páginas. Es lo mejor que pueden hacer.
Desde ya, espero les sirva esta aplicación. Muchos éxitos si la implementan con sus alumnos o en algún proyecto personal. ¡Me cuentan después cómo les fue!
Un cálido abrazo para todos.
~ Marcos.